El Teleférico de Cabo Negro fue una infraestructura industrial construida en 1962 por la empresa siderúrgica ENSIDESA en Asturias, España. Su propósito era transportar residuos industriales desde los altos hornos de Avilés hasta los acantilados de Cabo Negro, en el concejo de Gozón, donde eran vertidos directamente al mar.
Historia y funcionamiento
Con una longitud de aproximadamente 7 kilómetros, el teleférico comenzaba en las proximidades de los gasómetros de la factoría de ENSIDESA y se extendía en línea recta hasta la terminal de Montoril, en Cabo Negro. El sistema utilizaba cangilones para transportar materiales como escoria vitrificada, escoria calcinada de convertidores de acero, chamota y chatarra. Desde su entrada en funcionamiento en 1963 hasta su clausura en 1972, se estima que se vertieron al mar alrededor de 1.820.000 toneladas de residuos industriales
Archivo Histórico de ENSIDESA
Impacto ambiental
La práctica de verter residuos al mar, aunque considerada aceptable en su momento, tuvo consecuencias ambientales significativas. Las corrientes marinas propiciaron que parte de los residuos se depositaran en las playas cercanas, como Riba Pachón y Portazuelos. Paradójicamente, estos depósitos comenzaron a ser explotados para la extracción de materiales reutilizables, actividad que aún continúa en la actualidad .
Estado actual y legado
Tras su desmantelamiento, los restos de la terminal del teleférico en Cabo Negro permanecen como testimonio de una época de intensa actividad industrial y de prácticas medioambientales hoy superadas. El edificio de hormigón, aunque deteriorado, sigue en pie y es considerado un ejemplo de arqueología industrial. La zona ha sido objeto de interés para senderistas y aficionados a la historia industrial, quienes pueden visitar las ruinas y reflexionar sobre el impacto de la actividad humana en el medio ambiente .
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